martes, 1 de abril de 2014

Marchas de la Dignidad

Plaza de Colón en Madrid

El pasado 22 de marzo el centro de Madrid se colapsó de miles de ciudadanos, posiblemente la manifestación más mayoritaria en la historia de España. Vinieron gente de todo el país caminando, en autocar, tren y muchos otros que no pudieron entrar porque sus autocares fueron retenidos durante horas por la Guardia Civil en los accesos a Madrid. Estas mareas humanas han sido llamadas las "Marchas de la Dignidad". Todas estas personas exigían "pan, trabajo y techo" y pedían al Gobierno que "se fuera". 

Las razones por las que se convocaron las "Marchas de la Dignidad" las expongo en un pequeño resumen sacado del manifiesto de las marchas: "Hemos llegado a una situación absolutamente límite. El paro, la precariedad, la pobreza, la represión y las políticas aplicadas por los diferentes gobiernos de la Troika y del Estado español, que priorizan el pago de una deuda ilegítima al bienestar y las necesidades de los pueblos, están haciendo de nuestras vidas un mal sueño. Derechos conseguidos con muchos años de lucha se están perdiendo por los continuos recortes y las privatizaciones de los servicios públicos que transforman los bienes comunes en negocio de unos pocos. Mientras una pequeña minoría formada por una casta política al servicio de las élites económicas sigue acumulando la mayor parte de la riqueza, la mayoría popular es expropiada y empobrecida. Nos encontramos en una situación de máxima alerta que necesita que todos y todas nos movilicemos para recuperar nuestros derechos y revertir la situación". 


Mi visión como marchante que fue en autocar desde Barcelona y después caminó durante 15Km es de gran satisfacción pese al cansancio que conlleva no haber dormido durante el trayecto en autocar y después caminar hasta la Plaza de Colón de Madrid, pero esto no fue nada comparado con los cientos de miles de marchantes en paro, jubilados y trabajadores que recorrieron cientos de kilómetros a pie y que salieron un mes antes de sus pueblos y ciudades de toda el país con nieve, frío, lluvia y calor con rostros de cansancio e indignación pero con ilusión. La ilusión de ver un mundo nuevo, digno y justo que garantice a los ciudadanos trabajo y dé a la juventud un futuro y a la vejez seguridad. ¡Si se puede!.



 



Barrio de San Blas en Madrid


















Diego Cañamero del SAT en la Plaza de Colón


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